sábado, 26 de mayo de 2007

SOY UNA MALA CABREADA


Mi vida de mala pasa por una crisis. Sí, como lo oyen, una crisis existencial, de esas de ser...o no ser.... Yo, que me había ganado el título de mala, de muy mala, van ahora los diferentes partidos políticos y me lo joden. Se portan conmigo bien, me hablan, el alcalde vuelve a saludarme (he vuelto a creer en milagros... será el mes de mayo de la Virgen....), me dicen que no diga que soy mala, que no lo soy, me regalan un clavel rojo, caramelitos socialistas, mecheros peperos, una sonrisita izquierda unida, una invitación a cafelillo los independientes...NO NO Y NO, quiero seguir siendo MALA, por favor, dejadme tranquila con mis maldades, dejad que me siga retorciendo en el infierno, que dirán mis comañeros demonios, que dirán las otras chicas malas, ainsssssssss que dura es esta vida, anoche faltó ya emborracharme con el alcalde cuando nos vimos en un pub, pero no, me contuve, menos mal, aunque luego me invitara a una copa un socialista (ese Pedro ese Pedro eh), y la acepté porque eran las tres de la mañana, porque no va en la lista y porque estaba hasta esos lugares ocultos de tanto mitin, de tanta promesa, de tanta sonrisa. Estoy como anestesiada, es que voy por la calle y veo cosas, antes, en ocasiones veía muertos andando, sí, salían del ayuntamiento, ahora veo una residencia, un polideportivo sin goteras, un polígono industrial sin jaramagos, los jóvenes felices volviendo de sus trabajos a sus casas de protección oficial, las mujeres trabando con sus niños en la guardería, los pequeños practicando deporte, los mayores de viaje, todo limpito, los jardines florecidos, las fuentes con agua, la carretera convertida en autovía, y sobre todo, sobre todo, esa corporación con unas orejas como Dumbo, escuchando a todo el mundo, y ¿el sillón? por Diosssssssssssss, que no hay sillón, que el/la alcalde/sa está todo el día en la calle con el vecindario, o trayendo empresas. Esto es una locura, un frenesí, pero tranquilos/as malos/as míos, que llegará el día 28 de mayo, y yo volveré a ser MUY MALA y el pueblo volverá a ser lo que es, para entonces, cuando ya las orejitas de Dumbo no funcionen yo me he hecho con un megáfono de esos tan shuuuuuuuulos que hay en la feria de Córdoba, por si alguno padece algún problema de oído y se les olvida escuchar.

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