viernes, 15 de junio de 2007

Si nosotros somos los malos...

... peores son los letristas y músicos de las llamadas canciones del verano. El verano, que es una época estival en la que apetecen novelas facilitas y sofás cómodos para fácilmente pillar la postura, requiere que la música no lleve demasiado mensaje, o ni siquiera un poco, y que lleve una música pegadiza para que se nos quede rápidamente en la memoria y después (¡maldita sea!) tengamos que tarearla casi sin querer cuando vamos solos por la calle, o, en mi caso, escribimos post como este. La culpa de todo esto lo tiene Georgie Dann, este, que vino de los fríos europeos a calentarnos con su barbacoa, merece poco menos que la excomunión y un par de horitas de conversación con Jiménez Losantos como castigo. He aquí un directo en una, supongo, verbena de pueblo, tan divertidas y ebrias a la vez.

Pero si Georgie Dann merece la excomunión, el Koala, triunfador de la canción del verano del año pasado, se merece, al menos, una sesión de cine con cintas tan bellas como Vente p'Alemania, Pepe o Abuelo made in Spain, dos grandes obras de nuestro cine de los sesenta con dos grandes genios como son Alfredo Landa y Paco Martínez Soria. Al menos, al Koala, se le puede reconocer la originalidad.

Pero yo de lo que quería hablar de verdad era de las canciones que tienen el trofeo de la canción del verano, rozando sus pulgares. Y las nominadas son:
1. Micromanía por Tata Golosa, a la que se le reconoce un videoclip bastante subidito y una metáfora como es la del pene y el micrófono.


2. Jaimito in the house, al que se le reconoce un videoclip, al igual que el anterior, de mucho muslamen femenino y un tío que es más feo que Picio.

3. Tunéame doctor Juan, se le reconoce haber salido en Buenafuente y ser apoyado por este. Además, es mi candidata favorita porque la canción, al menos, tiene gracia.


Ustedes deciden...

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